domingo, 9 de marzo de 2008

MiRaDaS

Tú y yo estamos hechos de miradas.
Miradas fugaces y diáfanas, miradas limpias.
Miradas apenas perceptibles entre multitudes escandalosas.
Miradas lentas y pausadas, miradas de algodón de azúcar.

Tus ojos y los míos se enfrentan en batalla campal.
Las pestañas son escudos que protegen mi corazón de ti.
Pero para que un escudo proteja ha de entregarse a la espada,
y así te entrego mi mirada, directa y clara,
como un haz de luz ligeramente curvado que adivina una estrella detrás de otra.

Mis ojos ya no ven y sólo buscan tu mirada perdida y tranquila,
tus ojos grandes me han cegado por completo
y maldigo cada noche esos párpados que los esconden de mí.
Divertido juego el de la oscuridad, traviesos reflejos en tu iris.

Tú y yo estamos hechos de miradas,
asistencias remotas que disparan mis latidos,
tímidos atisbos de una proximidad que no existe.
Mírame con tus ojos de niño,
deja que te mire con los míos.