jueves, 26 de febrero de 2009

BiG bAnG tHeOrY


Ayer y hoy se celebran una serie de ponencias de física divulgativa de la Fundación Duques de Soria.

El caso es que tras varios aburridísimos términos técnicos y descripciones de distintos procesadores ópticos para imágenes de galaxias, apareció algo interesante.

Cuánticamente, la realidad no está definida hasta que algo interacciona con esa realidad. Una partícula minúscula no está en un sitio definido hasta que lo observamos haciéndolo interaccionar con un fotón o cualquier otra partícula. Hasta ese preciso instante, no conocemos nada más que una distribución de probabilidad, pero nada conciso o concreto. Y a partir de ese instante, podemos aplicar leyes físicas y predecir sus reacciones. Pero hasta que no existe esa interacción,
ná de ná.

Y esto pasa tanto para un electrón bailoteando en una cámara de vacío de algún oscuro laboratorio, como con las grandes estrellas que dominan el Universo. Parece ser que hasta que nuestro telescopio no es lo suficientemente potente y preciso como para descubrir la existencia de una estrella, esa estrella no es de ninguna forma determinada. Parece ser que solamente existe de un modo determinado aquello que forma parte de nuestra consciencia conjunta. Es decir, si la Humanidad no lo ha descubierto, no ha interaccionado con ello, sencillamente aún no es real, no de forma concreta, aunque podamos esperar algo bastante concreto.

Eso me hace pensar. Me hace pensar en ese momento en el que algo es tocado por nuestra consciencia. ¿El árbol hace ruido al caer si nadie lo escucha? ¿Y el electrón? ¿Choca contra el fotón saturando en una posición determinada si nadie lo mira? ¿Quién es el que cuenta? ¿Cuándo podemos decir que alguien lo ha visto?

Entonces, vas yendo hacia atrás y hacia atrás en el tiempo... Y vas pensando cuando se definió la primera porción de tierra, el primer tramo, el primer continente, la Tierra como conjunto por primera vez, cuando la consciencia llegó hasta las motas del cielo que son las estrellas, hasta las galaxias y hasta las constelaciones...

Y llegas hasta el Big Bang. ¿Qué fue el Big Bang? Se describe como una especia de colapso de materia en un punto muy localizado (como si toooooooda la materia del Universo se hubiera contraído hasta un punto muy chiquitito chiquitito) que provocó una enorme explosión esparciendo partículas minúsculas de materia por todo el espacio, expandiéndose y agrupándose para generar los átomos y las moléculas, y luego las estrellas y los planetas y los satélites, y luego hasta nosotros.

Pero no se sabe por qué sucedió. Hasta ahí hemos llegado. Ni siquiera conocemos exactamente ese momento, sino más bien lo que pasó justo después.

Así que se me ha ocurrido... Quizá toda esa gran explosión... quizá ese incierto inicio... quizá ese mágico comienzo de La Vida... Quizá de lo único que se trataba es de la llegada de la conciencia colectiva a la realidad. En ese momento nacería la humanidad, a pesar de que el primer humano se creara millones de años después. Porque hasta allí llega la mente., porque qué bonito es el saber tantas y tantas cosas debido a que hubo gente que hace mucho tiempo las descubrió, y no que cada vida tenga que descubrir por sí misma todo lo que existe en el Universo.

Resumiendo. No sé cómo fue ni por qué, pero de repente llegó la Consciencia Humana al mundo entre una nube de quarks, y hasta hoy.


Bueno, es algo que se me ha ocurrido, no sé...


sábado, 14 de febrero de 2009

LoSt NoT fOuNd!


¿Dónde está mi juventud?

Busco en google, y no aparece en ningún lado. Pero parece que muchos han hecho la misma pregunta antes que yo.

Abro armarios y sacudo cortinas. No cae de ningún lado.

Reviso las fotos del pasado, y encuetro su nuca, de espaldas, en un par de ellas. Pero nunca de frente.

Quizá estaba en la cartera que me robaron...

En objetos perdidos no han recibido nada, pero dicen que me pase por La Salle por si acaso.


A lo mejor cayó en un contenedor y está siendo enterrada entre toneladas de basura real, de deshechos, de todo aquello que de repente se volvió inservible.

¡¡NO!! El ojo izquierdo me escuece sólo de pensarlo...